22.8.14

LA “ENERGÍA” DE LA HUELLA


La búsqueda de una respuesta al tema que en lo personal me a
pasiona, me permite relacionarme permanentemente con gente que ha tenido extrañas experiencias, las que a su vez me refieren relatos de otros amigos que enriquecen la casuística regional.
Las zonas calientes siguen siendo protagonistas de los relatos clásicos y el hecho de ser un referente del tema en la región, facilita el contacto espontáneo de los protagonistas de las historias que de primera mano relatan las vivencias inexplicables que en algunos casos, han llegado a afectarlos de manera significativa a nivel psicológico, pero se ha comprobado también que altera elementos mecánicos y electrónicos precisos, lo que constituye un interesante aporte a la investigación.
En ese marco, la experiencia vivida por cazadores en la mítica ruta 10 no se limita a la observación de huellas. Una de ellas según el relato de los lugareños apareció en el terreno luego que descendiera allí un “plato volador” hace unos 10 años. La huella que tiene aproximadamente unos 8 metros de diámetro fue observada siempre con respeto, se mantuvo inalterable todo ese tiempo pero… hace unos tres meses un curioso visitante se situó en el centro de la marca e intentó tomar una fotografía con su teléfono celular. La sorpresa fue que automáticamente comprobó que la batería se agotó prácticamente en forma instantánea.
Sorprendido por el detalle, intentó encender una linterna que portaba pero, tampoco funcionaba. Cuando salió del círculo, intentó prender el teléfono pero su batería agotada lo impidió, no así la linterna que desde el exterior de la huella funcionaba a la perfección. La inquietud ganó al testigo que comunicó el hecho a su acompañante y prefirió alejarse del lugar.
De la experiencia se desprenden varias puntas de investigación: Una de ellas que evidentemente dentro del círculo dejado por el plato volador, hay una energía desconocida que provoca la reacción de los componentes de los objetos que se manipulan en su interior. La composición de la batería de un teléfono se agota misteriosamente y no vuelve a funcionar, mientras que las pilas de la linterna reaccionan fuera de la huella. Pero el detalle mas interesante es el hecho que la huella tiene una antigüedad de una década y aún provoca esas reacciones, lo que se constituye en el objeto de la investigación de campo que en el corto plazo realizaremos en una amplia región.
¿La “energía” del interior de la huella tiene relación con la influencia de los OVNI sobre los motores de los vehículos en que se trasladaban protagonistas de las extrañas historias que han sostenido que “cuando apareció el plato volador” se detuvo la marcha y se apagaron las luces y que todo volvió a la normalidad cuando el misterioso visitante desapareció?
Es el desafío y nuestro compromiso como investigadores, por lo que en el mes de septiembre podremos brindar un informe detallado del resultado de nuestro trabajo.